Las pastillas de freno están diseñadas para disminuir la velocidad del vehículo y detenerlo manteniendo una correcta distancia de frenado. Cada vez que se utilizan los frenos, el proceso provoca que se desgasten poco a poco afectando a la potencia de detención, por ello requieren un mantenimiento periódico.
Si circulamos con unas pastillas de freno considerablemente desgastadas, se alargará la distancia y se producirá un frenado uniforme. ¡Incluso puede provocar que el vehículo derrape! En este caso, sería necesario sustituirlas para no poner en peligro nuestra seguridad.
¿Cuándo deberíamos cambiar las pastillas de freno?
La sustitución depende del tipo de pastilla y del uso que le demos al vehículo, aunque por norma general se recomienda el cambio de las pastillas delanteras cada 60.000 kilómetros, y de las traseras cada 120.000, ya que en el eje trasero la fuerza de frenado es menor. En caso de no sustituirlas a tiempo se podrían producir deterioros en otros materiales del coche como los discos de freno.
Sin embargo, las pastillas también pueden mostrar indicios de desgaste:
- Si no tienen instalado un testigo de desgaste es suficiente con que observes el nivel del líquido de frenos. Si están desgastadas el líquido del depósito será bajo.
- Si cuentan con testigo de desgaste, se encenderá una luz en el tablero de instrumentos cuando sea momento de cambiarlas.
En FASEMotor contamos con especialistas en mantenimiento de coche que realizarán la sustitución de las pastillas de freno de tu vehículo aconsejándote del modelo que mejor le conviene. ¿Quieres viajar seguro estás vacaciones? ¡Contáctanos!