El colector de admisión es uno de esos componentes que, aunque no siempre se lleva toda la atención, hace magia para que nuestro coche funcione a la perfección. Si el colector no está en su mejor estado, es probable que empiecen a aparecer tirones mientras conduces, que el consumo de combustible se dispare, o que el motor pierda potencia. Y, por si fuera poco, su trabajo también ayuda a que las emisiones sean más limpias, haciendo que el coche sea más ecológico. Así que, hoy te vamos a contar cómo funciona este sistema, los tipos que existen y cómo mantenerlo bien para que tu motor siga dando lo mejor de sí.
¿Cómo funciona el colector de admisión?
El colector de admisión es básicamente el canal por donde entra el aire al motor. Su trabajo principal es distribuir ese aire (o la mezcla de aire y combustible) de manera uniforme a todos los cilindros, garantizando una combustión eficiente y un motor que funcione como un reloj.
Imagina que el motor es como una persona que necesita respirar, pues el aire es lo que “respira”. A través de la toma de aire, el motor recoge el oxígeno, lo comprime gracias al turbo, y luego el colector lo distribuye hacia los cilindros. Después, el aire se mezcla con el combustible y, de esta manera, tenemos energía para que el coche ruede.
Existen dos tipos principales de colectores de admisión:
- Colectores convencionales: Son los típicos de los motores a gasolina con carburador o inyección monopunto. Se encargan de asegurarse de que la mezcla de gasolina y aire sea lo más uniforme posible para que el motor no se nos quede “tirado”.
- Colectores de admisión variable: Estos son más modernos y se usan en motores con cuatro válvulas por cilindro. Su gran ventaja es que ayudan a mejorar el par motor a bajas revoluciones, así que te dan ese empujón extra cuando necesitas aceleración sin tener que pisar a fondo.
Respecto a los materiales, los primeros colectores eran de aluminio, pero los más recientes son de un plástico rígido que es más ligero, resistente y barato de fabricar.
Cómo cuidar tu colector de admisión
- Revisa los conductos y guías: Los conductos que conectan el colector con el motor deberían estar limpios. Si ves manchas oscuras o humedad (¡y hasta charcos de refrigerante!), es hora de investigar.
- Haz una prueba con colorante: Usa un sistema de prueba con un colorante especial para verificar si hay fugas. Necesitarás una lámpara ultravioleta, y si hay alguna fuga, verás cómo el colorante resalta en verde brillante.
- Limpieza del carburador: Si el motor está funcionando y oyes sonidos extraños o aceleraciones repentinas, puede que haya una fuga en la junta del colector. Un aerosol especial para limpiar el carburador puede ayudar a identificarlo.
En FASEmotor entendemos lo importante que es cuidar tu motor y estamos aquí para ayudarte con su mantenimiento. Si necesitas asesoramiento profesional, no dudes en contactarnos.